La virginidad de María
María fue virgen antes del parto, en el parto, y depués del parto. En el parto, su vinginidad quedó ilesa, porque el Niño Dios salió al mundo dejando cerrado el claustro virginal. Antes del parto, la concepción fue obra del Espiritu Santo, y después del parto no conoció hombre alguno.
María fue siempre virgen, su eterno Padre es virgen, y su único Hijo es virgen.
La maternidade de María
María fue madre verdadera: concibió en sus virginales entrañas, trajo en ellas a Jesús nueve meses, y a su tiempo le dio a luz, le amamantó de su propia leche. Es madre, y del Hombre-Dios.
La virginidad y la maternidad en María es una prerrogativa especial que la singulariza y distingue entre todas las mujeres: en esto María no ha tenido ni tendrá igual.
La pureza en María
María fue toda pura, libre de la tacha de la culpa original y personal.
Perfección
Fue perfecta cuanto posible es concebir perfección en una pura criatura, porque así convenía a la dignidad de Madre de Dios.
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Fonte: Beato Francisco Palau, “Escritos” – Mis Relaciones Con La Iglesia, Cap. 11, pp. 881-882. Maestros Espirituales Cristianos, Tomo VII, Editorial Monte Carmelo, Burgos, 1997.
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